martes, 17 de marzo de 2009

NUWARA ELIYA. "LA LITTLE ENGLAND"

10 al 12 de Marzo del 2009

Lloviendo a cántaros ha sido como nos ha recibido la "Little England", que es como llaman aquí a Nuwara Eliya, una de las principales poblaciones del Hill´s Country.

Hemos cogido un tren (Haputale – Nanu Oya 120 rupias/persona) y un bus (Nanu Oya – Nuwara Eliya 22 rupias/persona).



Es matemático, cada día a partir de las 15h o 16h empieza a llover hasta bien entrada la noche y no podemos hacer prácticamente nada. Menos mal que en el hotel Victoria Inn (800 rupias) tienen un Carrom (juego típico hindú y también extendido en Sri Lanka) y ameniza mucho el tiempo.

Además, la ropa no se seca ni a tiro!!!!! Llevamos lavando la misma ropa y metiéndola en la mochila húmeda desde hace 3 o 4 días. Menos mal que no sudas tanto y no necesitas cambiarte cada día de ropa…

Solo hemos estado un par de días, tiempo suficiente para poder visitar un poco el pueblo y ver los caserones al estilo británico que abundan por todos lados. De ahí le viene el nombre…

Hemos visitado el “Victoria Park” y el lago “Gregory Lake”. De camino a él, conocimos a una pareja residente en Colombo que estaban de mini vacaciones. Ambos trabajan como militares y se nos pusieron los pelos de punta cuando con toda naturalidad él nos explicaba que estaba en el frente de batalla, disparando a los terroristas (Tigers de Tamil) que desde hace décadas dominan los territorios del norte de la Isla.



Vamos que mucha paz no es que tengan por el norte… Y es que en la época británica, los ingleses trasladaron a la región a mucha población de Tamil Nadu (sur de la india) para utilizarlos como mano de obra. Y ahora no se sienten Sri Lankeses y exigen la independencia.

Muy gentilmente nos ofrecieron su casa por si queríamos pasar unos días cerca de Colombo. Nunca se sabe las vueltas que puede dar la vida…

Y para terminar con el relato de hoy, no podemos dejar de explicaros nuestra aventurilla en busca de orquídeas… y es que tenemos un amigo en España que nos ha encargado que le busquemos orquídeas. Y preguntando, preguntando, nos dijeron una empresa muy importante de la zona que se dedicaba a ello. Fuimos a las oficinas y resulta que se han trasladado a 12 km del pueblo en una carretera donde cristo perdió el zapato… pero como somos un poco cabezones, nos cogimos un bus que iba en esa dirección y a ver que vemos.
Eran ya cerca de las 14:30, por lo que si las estadísticas no fallaban faltaba poco para que empezara el diluvio. Pero llevamos nuestro chuvasquero por si las moscas.

El autobús sube y sube y sube por una carretera donde ya no hay ni casas ni na de na.
Le preguntamos al conductor por quinta vez que si queda mucho y, con cara de intriga, nos dice que no. Todo el mundo se ha bajado excepto nosotros. Ya nos hemos equivocado de bus… pero no, el autobús se detiene frente a una puerta verde. No hay cartel, pero viendo los invernaderos y el colorido de su interior podemos deducir que hemos llegado. Nos bajamos del bus. El próximo de vuelta pasará en hora y media.

Nos acercamos a la puerta, no hay timbre ni horario ni sistema alguno de poder comunicarse con el interior.
Solo una diminuta ventanilla nos deja ver a unas cuantas mujeres que pasan a lo lejos. Empezamos a gritar y a golpear la puerta y una de ellas se acerca.
Como era de esperar, empieza a llover suavemente. Nos ponemos el chuvasquero y la mujer se asoma por la ventanilla. Intentamos hacerle entender el motivo de nuestra visita pero no nos puede dejar entrar ya que el “boss” no está. La lluvia aprieta y por mas que le insistimos no es posible acceder. La mujer se aleja corriendo para refugiarse de la lluvia cada vez más intensa y nosotros nos quedamos con dos palmos de narices, en medio de la nada, sin refugio posible.

Estuvimos cerca Carlos, pero otra vez será… El final fue que nos tocó caminar un buen rato bajo la intensa lluvia hasta que encontramos un sitio donde poder refugiarnos un poco y esperar el bus.

Y como el tiempo es oro… (esto de tener solo un mes para visitar el país nos estresa) no nos podemos entretener más aquí y nos iremos a ascender una de las montañas más altas y sagradas de Sri Lanka. El Adam´s Peak (2243 m).
Un atardecer precioso que tuvimos el placer de contemplar:

Haciendo el tonto en el tren.... Lo que hace el aburrimiento:

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